martes, 4 de agosto de 2009

Almanzor

Algunos personajes históricos fueron famosos gracias a prodigar sus favores sexuales como trampolín social y político. Entre ellos: Ana Bolena, Teodora, Manuel Godoy, Tseu-Hi, Beltrán de la Cueva, Leonor de Guzmán... y Almanzor.



El Azote de Dios, así se llamaba al terrible Almanzor, llegó al máximo poder en el Califato de Córdoba gracias a... las mujeres.

















Cuando murió el califa Al-Hakam II, su viuda Subh, necesitó que alguien se hiciese cargo de su gran patrimonio y buscando, buscando, encontró a un modesto funcionario llamado Ibn Abi Amir, Almanzor...







Éste se dió cuenta que aparte de un contable, la viuda necesitaba otras cosas... así que se apoderó de su corazón y de sus caudales. Se convirtió en su amante y tutor del califa niño, al que sustituyó en todo, alcanzando el máximo poder en el Califato.


Aparte de su poderosa amante, Almanzor no descuidó las relaciones públicas... y, por tanto, el amor de otras mujeres... Comprendió que le era ventajoso tener concubinas y esposas cristianas en su harén...



Sancho Garcés II de Navarra, le dió a su hija Urraca, a cambio de una paz que después no se respetó...











Bermudo II de León, para evitar que le atacase, le ofreció a su hija Teresa... Cuando la infanta partió hacia su destino profirió la famosa frase: "La paz de los pueblos debe descansar en las lanzas de sus guerreros, no en el coño de sus mujeres".












El conde Sancho García, en pago de una deuda, le dió como concubina a una hermana suya...
No contento con todo esto, Almanzor intentó convencer a la condesa, para que matase a su marido. Para ello, le envió unas cartas de amor, ofreciéndole un reino junto a él.



Mientras se dedicaba a estos "menesteres", mantuvo al verdadero califa Hisham II aislado del poder que él ejercía con decisión y crueldad.



Ejerció un poder absoluto hasta su muerte, gracias a la protección de la mujer más poderosa de sus siglo: la gran Subh.

¡64 años... bien aprovechados!

3 comentarios:

Gabriela dijo...

Con qué facilidad estos hombres ofrecían sus mujeres cercanas al tal Almanzor. Definitivamente, otros tiempos...
Saludos.

Javier dijo...

Curiosamente me encuentro a muy pocos kilómetros de Calatañazor, donde Almanzor perdió el tambor. He aprendido muchas cosas que desconocía de él.

Un abrazo

Vergónides de Coock dijo...

Muy buena entrada, te veo con también muy buen nivel; el diablo sabe más por viejo que por diablo. Suerte.