lunes, 11 de mayo de 2009

Alquimia

La Alquimia se define como el conjunto de prácticas encaminadas a la transformación de los metales comunes, como el cobre o el plomo, en metales preciosos plata y oro. Esta transformación llamada transmutación metálica, se lleva a término mediante un agente activo llamado elixir o piedra filosofal, la preparación del cual es la culminación del trabajo alquímico.
Página del título de la obra "Azoth", de B. Valentinus (s. XVII)
La base teórica de la transmutación metálica descansa en la concepción clásica de los cuatro elementos: Tierra, Agua, Aire y Fuego, según la cual el mundo material está formado por su combinación.
El árbol alquímico: símbolos de la transmutación (Sacado de "Mercurius redivivus, 1630)
Los árabes, para explicar las diferencias existentes entre los metales, redujeron estos cuatro elementos abstractos a dos principios Azufre y Mercurio. En el siglo XVI Paracelso amplió estos principios a tres añadiendo la Sal. (Sal: Tierra; Mercurio: Agua; Azufre: Aire).
Grabado de R. Baltens en "Cabala, Spiegel del Kunst und Natur in Alchimia", Augsburg, 1616
De acuerdo con estas bases, los metales tienen unos mismos componentes la proporción de los cuales determina las diferentes propiedades que los diferencian. En el si de la Tierra, donde tiene lugar la gestación metálica, los metales se van transformando los unos en los otros siguiendo un orden ascendente hasta llegar al metal perfecto: el oro.
El trabajo del alquimista no es ir contra la Naturaleza, sino imitarla acelerando en el laboratorio los procesos de maduración metálica que tienen lugar sucesivamente y de una forma espontánea



Andrógino (hermafrodita), figura que representa el Hijo de la Filosofía u oro alquímico engendrado por la cópula del Rey (Azufre Filosófico) y la Reina (Mercurio Filosófico)






Caduceo de Hermes, Cetro de Hermes, dios de la Alquímia, formado por una varilla de oro entrelazada por dos serpientes y que representa los principios contrarios en harmonía.


"Una amalgama fascinante de filosofía, teología, fe, superstición, devoción y fraude impenitente, artes prácticas y misticismo esotérico, ciencia y pseudo-ciencia"
A. Truman Schwartz
Si alguno de los bloggeros conoce la fórmula adecuada, sería de agradecer su publicación.

2 comentarios:

esteban lob dijo...

La verdad, estimado Luis, es que en la forma resumida y gráfica con que nos ilustras, se hace fácil recordar o hacerse de nuevos conocimientos.

Un abrazo intercontinental.

Gabriela dijo...

Alguna vez leí que en nuestro camino por la vida buscando la felicidad somos como alquimistas en su búsqueda de transformar los metales en oro: tal vez no encontremos la felicidad, pero de seguro vamos a encontrar mcuhas otras cosas que nos darán satisfacción, alegría y, quién sabe, un atisbo de eso que llamamos felicidad.
Saludos.